La fórmula 1 es un terreno complicado, una piscina llena de tiburones, pero entre toda esa vorágine de depredadores se ven obligados a abrirse camino pequeños peces como el equipo Super Aguri
En su tercera temporada en la máxima competición, este pequeño equipo japonés, fundado por Aguri Suzuki, se ve alas puertas de su desparición por falta del elemento más imprescindible en este deporte, el dinero, la sangre de esta competición. Tras la retirada del último inversor, el equipo japonés se plantea el desplazarse a Barcelona para tomar parte en el Gran Premio de España e incluso, abandonar la temporada por falta de fondos.
La noticia de la posible desaparición de un equipo siempre es algo triste, es algo más que dos coches menos en la parrilla, pues me atrevería a decir que los equipos pequeños aportan mucho a la grandeza de este deporte.
Y es que estos equipos juegan un papel muy importante, lo primero en lo que hay que fijarse es en que equipos han empezado a correr y se han dado a conocer grandes campeones. Siempre ha habido excepciones, y no tenemos que ir muy lejos en el tiempo, por ejemplo Montoya debutaba en 2001 con Williams y Hamilton con McLaren el año pasado, pero pilotos que no tenían tras de sí el respaldo de una gran corporación tuvieron que luchar en equipos como Minardi o Jordan, hasta el mismisimo Schumacher debutó con Jordan y pagando por su asiento.
Ojala podamos seguir disfutando de una temporada con la parrilla al completo.